Los audífonos como método para prevenir la demencia senil.
ESTUDIOS DEMUESTRAN QUE LA PERDIDA DE AUDICION ES UN FACTOR CONDICIONANTE EN EL DESARROLLO DE LA DEMENCIA EN LA 3ª EDAD.

Las personas que padecen pérdida auditiva son más propensas a desarrollar demencia en comparación con individuos con audición normal. Los adultos con pérdida de audición leve, moderada y severa son respectivamente 2, 3 y hasta 5 veces más proclives a desarrollar demencia que las personas con una audición correcta.

En 2011 se presentó una investigación realizada en la Universidad John Hopkins (Maryland) en Estados Unidos, donde se demostró que la pérdida de audición sin diagnosticar perjudica a las personas mayores, siendo más propensas a la hospitalización y a sufrir depresión e inactividad.

Frank Lin, otorrinolaringólogo y epidemiólogo de la Escuela de Medicina Johns Hopkins, en Estados Unidos que junto a su grupo de investigadores, hicieron un seguimiento de 639 pacientes durante 18 años. Ninguno de los sujetos tenía demencia al comienzo del estudio, mientras que algunos ya tenían algún grado de pérdida de audición. Tras los 18 años de seguimiento se diagnosticaron 58 casos de demencia entre los 639 pacientes.

Otro estudio, publicado en 2012 por Dr.Gallacher y sus colaboradores, confirma estos hallazgos. En este otro estudio, participaron 1.057 hombres a los que se les hizo un seguimiento durante 17 años. Al comienzo del estudio se evaluó su pérdida de audición y al cabo de 9 años, se valoró tanto la capacidad auditiva como los signos de demencia. Los investigadores descubrieron una estrecha relación entre la pérdida de audición y, tanto la demencia como el declive cognitivo. Por cada 10 dB HL de aumento en la pérdida auditiva, comparado con el nivel auditivo normal a la misma edad, el riesgo de desarrollar demencia aumentaba 2,7 veces.

Estos y otros estudios científicos revelan que el uso de audífonos limita fundamentalmente la aceleración del declive cognitivo. Además, los usuarios de audífonos tienen mejoras en su calidad de vida: menos depresión, menos fatiga y duermen mejor. Pero la adaptación requiere acostumbrarse a la nueva forma de oír. Es necesario acudir a profesionales cualificados que garanticen una correcta selección y programación de audífonos y asesoren sobre el proceso de adaptación y cómo obtener el máximo beneficio de las prótesis.

El diagnóstico es el punto de partida para evitar males mayores. La prevención resulta fundamental y para ello están las revisiones audiológicas con profesionales cualificados.

Fuente: ”Hearing well to train your brain” (“Oír bien para entrenar al cerebro”) por el Prof. Frank R. Lin y Prof. Sophia E. Kramer